Encantamiento que debe de realizarse sobre algún cadáver, y hace que el espíritu del muerto regrese al cuerpo quedando a las ordenes del mago. Los guardianes no son excesivamente ágiles, pero son salvajemente voraces, al igual que los inferis son vulnerables al fuego. Las llamas del Gubraith y el Fuego Maldito los detienen hasta que el efecto del hechizo acabe, pero de ninguna manera consumirán o desintegrarán el cuerpo afectado por Guardián. (Duración: tres turnos)
Forma de Invocación: Con Varita
Lista:
Este hechizo sirve para invocar fuego eterno, que se proyecta sobre alguna clase de objeto y que arde eternamente. La llama debe ser de reducidas dimensiones. En caso de que un mago tocase estas llamas recibiría un daño crítico. No atraviesa aqueora/detritus.
Forma de Invocación: Con Varita
Lista: